Diario de a bordo — Episodio 4
El riesgo cero no existe, pero en una obra es un objetivo prioritario.
En este nuevo episodio de nuestros Diarios de a bordo sobre las Residencias del Instituto, Kenny Mirambeau, jefe de equipo, nos explica las medidas implementadas para garantizar la seguridad.
«La seguridad es una protección colectiva y una preocupación diaria clave en una obra de esta magnitud», explica Kenny, carpintero de profesión, con experiencia en grandes proyectos de ingeniería civil en la región de Toulouse. Se unió al proyecto de las Residencias del Instituto en mayo de 2023.
En el día a día, se trata de instaurar «una cultura de seguridad», precisa Kenny. «Estamos en una obra a gran escala, en un terreno accidentado. Cada persona tiene su propio riesgo que gestionar, y es responsabilidad de todos tomar conciencia y señalar cualquier peligro.»
Desde la concepción del proyecto, se elaboró un plan particular de seguridad y de protección de la salud, un documento obligatorio que detalla todas las intervenciones, los riesgos y las medidas de prevención a considerar. Este plan se mantiene durante toda la obra, pero pueden añadirse modificaciones según las necesidades.
Muchos accidentes ocurren por un mantenimiento deficiente de la obra, explica Kenny. «Aquí pueden ver que no hay nada fuera de su sitio.» En la obra, una red delimita un camino peatonal en altura y una vía de circulación para la maquinaria en la parte baja. Todos los picos de acero están cubiertos con protectores. Los andamios se revisan diariamente y se han instalado interruptores diferenciales para distribuir la electricidad de forma segura.
Cada quince días tiene lugar el “cuarto de hora de seguridad”, una reunión que sirve de recordatorio para todo el equipo, compuesto por una docena de personas. Se abordan temas como el uso del equipo de protección individual (EPI), el manejo de maquinaria e incluso cómo desplazarse cuando un vehículo de 20 toneladas está circulando en la obra… «Cada etapa conlleva sus propios riesgos, y el objetivo es minimizarlos al máximo, anticipando posibles situaciones nuevas a medida que avanza la obra», explica Kenny. «Por ejemplo, pronto volverá un operario de excavaciones, así que hemos repasado los protocolos de desplazamiento cuando hay maquinaria en funcionamiento.»
Además, se dedica media jornada a la semana a revisar todo el plan de seguridad. «Es una tarea que requiere mucho tiempo y recursos», comenta Kenny. Se realizan inspecciones obligatorias de manera periódica por parte de un experto en seguridad, quien también ofrece asesoramiento y recomendaciones sobre situaciones que pueden surgir durante la obra.
Después de dos años en la obra, Kenny celebra que la educación de la seguridad se haya integrado en el día a día del equipo. Y más allá de eso, “también es una aventura humana, porque llevamos dos años aquí y hemos crecido junto con la obra.”
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