El budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.
17° GYALWA KARMAPA
El budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.
17° GYALWA KARMAPA
Lama Jigme Rinpoche - Extracto de "La meditación" - Diciembre 2007
¿Qué hacer con el ego?
Hay algunas nociones sobre las cuales normalmente no insistimos lo suficiente y que es bueno conocer: cuando practicamos el budismo, vemos la noción del ego. Frente a esta noción, nos decimos: "Ya que el ego es malo, me voy a desembarazar de él y voy a transformarme en otro cualquiera". En general caemos fácilmente en un juicio bueno/malo con respecto a este aferramiento egocéntrico señalado por Buda y queremos deshacernos de él. Reaccionar de esta manera es bastante peligroso. En lugar de juzgar en términos de bueno/malo, preguntémonos cómo utilizar el ego de forma justa. Lo mismo sucede con nociones como la ignorancia, la confusión, la ilusión, etc. Tratar de desembarazarse de él para encontrar otra cosa mejor, no funciona. Preguntémonos más bien cómo utilizar el ego y la ignorancia. De todas maneras en el camino espiritual, debemos trabajar con el ego hasta la obtención de un cierto nivel de integración de la práctica. Si tratamos de desembarazarnos de él, no podemos realizar nada. Progresivamente, si utilizamos el ego de forma adecuada, nuestra percepción y nuestra comprensión cambiarán hasta que realicemos el más allá del sufrimiento, la emergencia de las verdaderas cualidades de la mente. Conscientes de que el ego es la causa del sufrimiento, tenemos la impresión de que es gordo y pesado; queremos desembarazarnos de él pero no es posible. A causa de esto, perdemos la inspiración para seguir el proceso de la enseñanza que propone Buda. Como tenemos la impresión de que no somos capaces de nada, dejamos la práctica. Nuestros hábitos quieren que nos desembaracemos rápidamente de lo "malo" para transformarnos en "lo bueno".
De la misma manera, cuando nos esforzamos en desarrollar sinceramente la vigilancia, volvemos a encontrar las emociones perturbadoras que surgen constantemente y que no podemos eliminar. Al mismo tiempo debemos preocuparnos en no caer en estados mentales negativos. Conscientes de las emociones perturbadoras, no dejamos que nos arrastren hacia estos estados mentales negativos. En un primer momento, el hecho de concentrarnos en esta manera de funcionar nos permite reconocerlo. A pesar de que no es fácil de transformar, con la referencia de la enseñanza y observando el instante presente, tenemos numerosas posibilidades de sacarle un poco partido.
Añado esta puntualización porque, cuando abordamos nociones como la del ego, deseamos desembarazarnos inmediatamente del aferro egótico y es entonces cuando aparecen las dificultades.
Meditación auténtica
Volvamos al texto de Los cuatro emplazamientos de la atención. Ayer, abordásteis el cuerpo; más tarde estudiareis las sensaciones, la mente y los fenómenos. Mi sentimiento, que quizás no sea compartido por todo el mundo, es que nosotros no comprendemos todo de forma inmediata. En un primer momento, comprendemos los términos, la terminología y adquirimos algunas nociones. Escuchando la enseñanza, a veces nos ponemos contentos, otras nos quedamos algo confusos. Cuando vamos al encuentro de la realidad, hay aspectos que no son ni agradables ni fáciles de abordar. Por ejemplo, cuando abordamos el cuerpo, pensamos en nuestro cuerpo humano pero, en realidad, a lo que hace referencia es a todos los aspectos físicos que nosotros podemos percibir.
Ayer vimos la necesidad de la contemplación. Contemplar no es meditar. La meditación permite la integración de aquello que ha sido memorizado y comprendido a través de la contemplación. Separo los dos aspectos para tener una mejor comprensión. Es necesario practicar una meditación justa (no estoy queriendo decir que algunas meditaciones sean erróneas, sino que no todas llevan al mismo resultado). En nuestro contexto, se trata de una meditación que permite integrar el contenido de la enseñanza, comprender el camino que lleva al estado de Buda. Aquí meditar tiene un sentido específico (lo que no quiere decir que los demás no sean adecuados). Una vez que hemos definido nuestro objetivo, ponemos en práctica los medios apropiados para alcanzarlo. Hay un proceso mecánico de puesta en marcha de forma ordenada: meditar permite percibir directamente el sentido que surge de la contemplación. Lo más importante es comprender el sentido de la enseñanza.
En un primer momento, no tenemos más que una comprensión limitada. A través de la meditación podemos profundizar en la comprensión del sentido. Para hacerlo, utilizamos la pacificación de la mente, el entrenamiento en la quietud (shiné o samatha) y la práctica de la visión profunda, el entrenamiento en el discernimiento (lhaktong o vipassana). ¿Cual es el sentido de la meditación de lhaktong? Primero, tenemos una comprensión de la enseñanza sobre la que nos hemos concentrado y hemos reflexionado, luego alguien nos ha dado más instrucciones. En un primer momento, comprendemos los términos pero todavía no hemos integrado el sentido de lo que se nos ha explicado. Teniendo como base la meditación de Shiné y aplicada de forma justa, podemos continuar con la meditación de lhaktong. En tibetano, lhaktong significa comprender aquello que aún no estaba claro. Así, podemos recibir enseñanzas muy profundas que integramos progresivamente y que podemos poner en práctica. Sin comprender bien las enseñanzas, unas veces podemos aplicarlas y otras no. Hasta que las enseñanzas no sean bien comprendidas, necesitamos prestar mucha atención, debemos entrenarnos continuamente, ya que a veces las olvidamos para recordarlas más tarde. Para integrar las enseñanzas sobre la atención y la vigilancia, hay que comprender el sentido para seguidamente meditar en él.
¿Como obtener el fruto?
¡Seamos eficaces y no gastemos nuestro tiempo! Centrados en el resultado que podemos obtener, debemos comprender que es necesario ser conscientes del fruto y saber qué hay que hacer para realizarlo, de lo contrario gastamos un tiempo precioso.
Según las enseñanzas de Buda, el sufrimiento es universal y se declina individualmente en cada uno de nosotros. La causa principal del sufrimiento es el apego. Nosotros comprendemos esto de forma general, pero no sabemos muy bien que hacer. También está el aferramiento egocéntrico que parece ser la causa de nuestro sufrimiento, pero éste está íntimamente ligado al apego. La identificación a un yo asociada al apego hace que el sufrimiento esté presente en todas las circunstancias en las que nos encontramos. A través de la observación, descubrimos que no tenemos ninguna razón para apegarnos. Si experimentamos esto, el sufrimiento desaparece. Si únicamente nos quedamos a nivel del concepto, vamos a caer en el pánico. Nos preguntamos en qué nos vamos a convertir sin apego. Debemos practicar de forma que vayamos más allá del miedo y del sufrimiento. Disipar el apego permite la maduración de todas las cualidades potenciales.
La explicación que estoy dando es simple, ya que no repasamos todas las explicaciones en detalle. No obstante, todas las enseñanzas están relacionadas con esta explicación. Una vez que somos conscientes de que el apego es la fuente de todos nuestros problemas y de nuestro sufrimiento, nuestra primera reacción va a ser la de querer despegarnos. Ir en esta dirección no funciona, concretamente, genera más insatisfacción. Por el contrario, cuando encontramos el sentido interior en nosotros mismos, no encontramos razón alguna para meternos presión y querer despegarnos: el desapego se da de forma natural.
Retomo el ejemplo del diamante: la opinión general, en el mundo entero, es que un diamante tiene un gran valor, de hecho es fuente de un gran apego. Por tanto es difícil soltar la imagen de que un diamante es precioso. Al contrario, si integramos la idea de que al fin y al cabo no es más que una piedra, no va a haber ninguna razón interior para estar apegados. Supongamos que alguien nos da una vulgar piedra que ha encontrado en el camino y nos dice que es de gran valor, la vamos a mirar, seguramente se lo vamos a agradecer, pero no tendremos ninguna razón para estar apegados y la pérdida de esta piedra no será causa de ningún sufrimiento. Si comprendemos de esta manera el sentido de las cosas, ya no habrá razón para sufrir.
Volvamos a la práctica de la vigilancia a través de los cuatro emplazamientos de la atención. Para empezar, escuchando las instrucciones, recibimos la información. En segundo lugar reflexionamos preguntándonos si esta enseñanza es válida para nosotros o no. Se va instalando una confianza ya que nos damos cuenta de la pertinencia de las enseñanzas recibidas. Podemos sentir que estas instrucciones por el momento no están destinadas a nosotros, pero es inútil pensar de esta manera; lo importante aquí, es percibir la exactitud de la enseñanza. De forma general, se trata de un proceso progresivo y lento; a través de una práctica continua de la meditación, llegaremos a una comprensión del sentido (aunque esto depende de la preparación precedente de las personas, nunca se sabe lo que se ha acumulado antes)
Meditamos sobre la base de la comprensión nacida de la escucha y de la contemplación. A través de la meditación vamos a poder integrar el sentido; es como un niño que crece: una nueva madurez le hace ver las cosas de forma diferente. Un día por ejemplo se da cuenta de que los juguetes no son tan importantes, su punto de vista sobre las cosas ha evolucionado. Nosotros no podemos realizar un cambio de estas características únicamente a través de un proceso intelectual. Tenemos cierta comprensión, pero nos quedamos ligados a lo que somos. El verdadero sentido de todos estos elementos tales como el cuerpo, las sensaciones, la mente y los fenómenos se integra a través de la meditación. Si meditamos de forma continua y regular, entonces comprendemos progresivamente el sentido de las enseñanzas. Esto no es como abrir la ventana para contemplar el paisaje: integrar el sentido pasa por un proceso preciso que se despliega etapa por etapa, progresivamente.
Vacuidad
Las instrucciones sobre la meditación puestas en práctica llevan a la comprensión directa del sentido de shunyata, la vacuidad. Esto es lo que se describe en los cuatro emplazamientos de la atención: centrándonos en estas instrucciones, integraremos progresivamente el sentido de la vacuidad. Esta comprensión cambiará nuestro deseo. Gracias a una visión nueva, percibiremos las cosas de forma diferente. Por el momento, sabemos que la vacuidad es importante pero no sabemos lo que es verdaderamente. Todas las enseñanzas afirman que es importante conocerla, pero no sabemos como descubrirla por nosotros mismos. Entonces, nos limitamos a las palabras y siguiéndolas introducimos nuestros propios conceptos. Eso da un resultado, ¡pero no aquél que esperábamos!
¿Qué significa verdaderamente la vacuidad? Cuando oímos esta palabra, pensamos en un espacio vacío donde no hay nada. Lo vemos así, pero no es la vacuidad. Y aunque no sea esto lo que pensemos, tampoco sabemos lo que es exactamente. Para comprender la vacuidad, hay que saber de qué está constituida la materia; con esto se puede ganar cierta comprensión pero en cierto modo, aún es muy difícil llegar a estar plenamente convencidos. Desarrollando vuestro potencial de sabiduría (sherab) podéis tener una percepción clara. Este discernimiento va a apaciguar vuestra mente, porque habiendo integrado el sentido, tendréis una comprensión clara de la vacuidad. A través de una reflexión superficial de las enseñanzas, podemos imaginar lo que es el sentido, pero no tendremos una comprensión clara. Para tener una experiencia, como he explicado antes, es necesario pasar por el proceso de la meditación.
El proceso para obtener el fruto
Sobre la base de las instrucciones que he dado en el pasado, pueden surgir niveles de claridad si desarrollamos un espacio interior apropiado. Es necesario reunir las causas justas para tener este espacio interior. Estas causas invisibles pertenecen al terreno del karma acumulado, de las acciones benéficas y nocivas realizadas… A través de un espacio interior positivo la mente puede percibir la realidad tal como es. Si este entorno no es favorable, incluso si hacemos muchos esfuerzos, será difícil poder percibir la realidad. Se trata de reunir las condiciones fundamentales ligadas a la bodhichitta, a través de ella los pensamientos, las acciones, se vuelven positivas. Así, es necesario preservar una actitud relativa positiva a través de estados mentales y conductas justas. Por eso hay que estudiar, conocerlas. La meditación ligada a las condiciones benéficas permite realizar la sabiduría (sherab). De esta manera percibimos la realidad tal y como es y avanzamos hacia el despertar. Es una forma simple de explicar nuestro funcionamiento. Es importante saber, que incluso si tenemos una visión de la vacuidad, aún debemos trabajar en relación a las situaciones concretas. Combinando los diferentes aspectos, reuniremos las bases para obtener el fruto justo.
A propósito de la vacuidad, tenemos cierta percepción y, a la vez, nos contentamos con decir que todo es vacío. Adquirir un conocimiento de la definición de la vacuidad nos será de una gran ayuda. No vamos a hablar hoy más de esto, ya que habría que entrar en demasiados detalles, no obstante podemos integrar este tipo de enseñanza en el futuro programa. Por ejemplo, existe una enseñanza del 3er Gyalwa Karmapa, que discierne namshe, la consciencia parcial, nuestra mente confusa, y yeshe, la consciencia primordial, la mente realizada. Establece la diferencia entre nuestra mente con sus conceptos ordinarios y la mente realizada, dentro del objetivo de pasar de la una a la otra. Evidentemente este camino corresponde a la realización de la vacuidad, es por lo que este texto explica lo que es la vacuidad. El Gyalwa Karmapa describe las diferentes vías posibles con el resultado al que cada una de ellas lleva.
Cuando leemos una obra de estas características, es preciso conocer el contexto y el objetivo de la enseñanza, si no es difícil comprenderla. En ella se describe las meditaciones basadas en los diferentes puntos de vista posibles con el fruto que la misma conlleva. Esta obra explica como realizar el estado de Buda y como los otros caminos no lo hacen. Podemos tener la impresión de que el autor realiza un juicio sobre las otras aproximaciones que difieren de la que lleva al despertar; no se trata de un juicio, sino del discernimiento necesario con el fin de identificar claramente el camino que lleva al despertar. La lectura de este texto permite tener una mejor comprensión. Además, a través de la meditación el mensaje de este texto se hace cada vez más claro en nuestra mente. Por eso conocerlo ayuda mucho. El texto se llama namshe yeshe namjepe tanchö, es bastante extenso. En los programas futuros de Dhagpo, podremos organizar sesiones de enseñanza sobre este texto; de esta manera podremos adquirir un punto de vista, una comprensión que será de gran beneficio para nuestra meditación.
Podemos recorrer el camino tal y como somos hoy, pero si deseamos poner un turbo a nuestra práctica, debemos clarificar nuestra compresión a través del estudio y practicar las meditaciones del vajrayana. Adquirir una comprensión de la vacuidad libera la mente de la materia física: deja de estar presa de la dimensión material de los fenómenos. Hasta ahora tomamos la materia por algo real, es lo que genera la confusión. Desmontando el funcionamiento del aspecto material de las cosas es como comprendemos la vacuidad. Y si asociamos la práctica del vajrayana, podremos estar verdaderamente presentes y no de una manera artificial. Desarrollaremos entonces una verdadera consciencia basada en la sabiduría y no en las apariencias. En nuestra relación con el yidam, la divinidad de meditación, no habrá separación; en la tradición cristiana se habla de la unión con Dios.
En la tradición budista, nos apoyamos en las cualidades de la divinidad. Esto no se da de forma inmediata, sino que es algo que nace de la práctica. Gracias a ella nos volvemos conscientemente presentes. Por ejemplo, cuando vamos a un lugar desconocido, tratamos de estar presentes pero tenemos todo por descubrir. Una vez que conocemos bien el lugar y lo que contiene, nos resulta más fácil relacionarlo todo. Esto ocurre con todo lo concreto y práctico; al principio hay un poco de confusión, y a pesar de que vamos aclarándonos un poco, el resultado no es muy evidente Si sabemos lo que pasa y qué debemos hacer, podremos actuar entonces de forma justa, por eso las prácticas del vajrayana requieren una preparación. Estas prácticas no son mágicas, sino que son muy concretas, y si faltan ciertos elementos, no funcionan. Si combinamos los buenos elementos, avanzaremos rápidamente en el camino. Nunca llegaremos a hacer un fuego, sin tener madera; por el contrario, si reunimos leña bien seca, podemos hacer un gran fuego. En nuestro caso, no se trata de quemar cualquier cosa, la cuestión está en el desarrollo de la sabiduría.
¿Dónde comprarlos?
Estos librillos están disponibles en la boutique Dzambala de Dhagpo Kagyu Ling.
Se pueden encargar en: Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.
Dhagpo Kagyu Ling - Landrevie - 24290 Saint-Léon sur Vézère - tél : 0033 5 53 50 70 75 - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.