El budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.
17° GYALWA KARMAPA
El budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.
17° GYALWA KARMAPA
Queridos amigos
¿Qué es lo que realmente sabemos de la felicidad? De acuerdo con la perspectiva budista, todos los seres sensibles, animales incluidos, buscan la felicidad. Un instinto inconsciente nos empuja a querer alcanzarla – a pesar de que muchos de nosotros no tenemos una idea clara ni de lo que es ni de cómo obtenerlo.
Según la perspectiva budista, existen dos tipos de felicidad: la felicidad emocional y la felicidad intemporal. La felicidad emocional puede ser descrita como la búsqueda para protegerse del frio, ganarse la vida, obtener una posición o un estatus. Aunque ese tipo de felicidad “mundana” no tiene nada de malo, comprendemos cuando reflexionamos sobre ello, que todos estos ejemplos son temporales debido a su naturaleza. La felicidad emocional no perdura. En consecuencia, es muy importante buscar la felicidad intemporal.
La felicidad intemporal
La felicidad intemporal se adquiere de la comprensión de nuestras propias cualidades inherentes, como la compasión o la bondad, y la obtención del discernimiento relativo a nuestra verdadera naturaleza. Cuando reflexionamos sobre la naturaleza de este tipo de felicidad nos encontramos con algo inmutable, que no cambia – y que por tanto vale la pena conseguir.
La felicidad intemporal es quizás fuente de confusión. Después de todo estamos estrechamente ligados a la felicidad emocional de la que obtenemos cada día una satisfacción inmediata. La idea de una felicidad intemporal puede sonar noble, hasta maravillosa, pero esta felicidad, ¿es posible y evidente en nuestra vida cotidiana? ¡En realidad, si!
La felicidad en familia
Mi difunta abuela – la madre de mi padre – llevaba una vida muy simple. Pero la manera en la que vivió su vida me marcará para siempre y es quizás mi mejor ejemplo personal de felicidad intemporal. Sin tener responsabilidades específicas que pudieran considerarse como excepcionales o sensacionales – siendo simplemente una madre, justa al poner en práctica la bondad y las otras cualidades esenciales de la vida, así como las suyas propias – vi que tenía siempre la misma constancia hacia la vida, importando poco su entorno o las situaciones que atravesaba. Cualquiera que fuera la persona con la que se encontraba, tenía una actitud complaciente y comprensiva – como una madre. Se podía ver en sus ojos, se podía escuchar en sus palabras extremadamente cálidas y dulces. Por supuesto, todas estas cualidades veían de su propia consciencia.
En tanto que Karmapa, llevo una vida de practicante espiritual pero he aprendido mucho de la forma en la que ella se comportaba, de su actitud en la vida. Este recuerdo es tan valioso para mí porque me ayuda a recordar que la felicidad intemporal es clara y evidente en cada uno de nosotros. La felicidad que buscamos ya está ahí. Es un ejemplo que de hecho me ayuda a que nazca una sonrisa en mi cara y en mi corazón.
El Buda y la felicidad
Estoy seguro que cada uno de entre vosotros puede acordarse de experiencias o de recuerdos similares. El budismo explica que el potencial, el grano y las cualidades de la verdadera felicidad o del despertar se encuentran en cada ser sintiente.
Por consiguiente, es importante no considerar la felicidad intemporal como algo lejano, inalcanzable o que debe ser celebrada en ciertas ocasiones y después reemplazada en la estantería durante el resto del año. Al contrario, podemos comprometernos en la felicidad intemporal, podemos tomar parte en ella, independientemente de nuestro modo de vida, sea cual sea nuestra situación. Pero primeramente hemos de ser cuidadosos.
El término “intemporal” encierra todos los beneficios originados desde el primer paso hacia el logro de esta felicidad. Desde la perspectiva budista, los beneficios son nobles, honestos y virtuosos desde el origen. Son nobles, honestos y virtuosos en el camino. Y son nobles, honestos y virtuosos también en el fin – no solamente en esta vida, no solamente justo después, pero hasta el fin, hasta que hayamos desarrollado plenamente y realizado la felicidad intemporal.
Desde el punto de vista budista, el mejor ejemplo de esta felicidad inmutable, no es otro que el propio Buda. Buda significa “el ser despierto”- un ser totalmente despierto. Si pensamos cómo comenzó la búsqueda de la felicidad intemporal y que finalmente logró, vemos que hoy hacemos lo mismo reflexionando y analizando las causas y las condiciones de la felicidad.
El examen de la felicidad
La única manera de analizar la felicidad es mirarnos profundamente y escrutar la manera en la que nos comportamos, nuestras costumbres y nuestras tendencias cotidianas. Hacer esto nos ayuda a entendernos más e igualmente, si nos entendemos mejor, de la misma manera comprenderemos mejor a los demás.
Todos estamos dotados de cualidades de base para alcanzar la felicidad, todos compartimos ese potencial – simplemente porque todos tenemos una conciencia. Todo tenemos el mismo deseo y las mismas aspiraciones ya que todos buscamos la felicidad.
Si nos fijamos en la historia de la vida de Buda, ésta nos muestra claramente que podría haber tenido y de hecho tenía, todo lo que se podía desear de una vida mundana. Pero tras examinar todo esto, pudo ver que todo era temporal- fuera el que fuera el placer sentido o la satisfacción probada. Vio que el logro de este tipo de experiencias, a aquello lo que llamamos la felicidad emocional, no representaba ni el fin ni la prioridad última. Así pues, dejó esta vida buscando algo que fuera duradero, algo que fuera inmutable. Eso esto lo que ponen en obra los estudiantes del camino y el método de Buda: la práctica de la felicidad intemporal.
Dicho esto, para esperar la felicidad, ¿necesitamos cambiar repentinamente nuestra manera de vivir? ¿Necesitamos renunciar y abandonar todo aquello que representa nuestra vida? Estas preguntas y dudas emergen de manera natural. Yo diría que todo reside en nuestra actitud, en la manera en la que deseamos vivir nuestra vida: todo depende de nuestras prioridades y nuestro objetivo último. Si nuestra prioridad es lograr una felicidad intemporal, lo primero que hemos de hacer es reflexionar.
Cinco minutos al día
Es beneficioso reflexionar cada día sobre aquello que verdaderamente buscamos obtener, sobre las condiciones que hemos reunido y los métodos que hemos puesto en marcha. No hay nada malo en tomar un poco de tiempo en nuestro programa cotidiano. Podemos comenzar con cinco minutos al día – no es mucho- y la practica misma no implica ni métodos intensivos ni procedimientos rigurosos. Todo aquello que hemos de hacer es sentarnos o ponernos en un lugar tranquilo y en calma donde nos sintamos bien.
Después, simplemente meditar y reflexionar, el cuerpo y la mente en calma. Reflexione en las últimas 24 horas – nada más-, piense en aquello que ha pasado exactamente. Hágalo de manera impasible, sin juicios. ¡Uno obtiene tanto beneficio! Va a adquirir una mejor comprensión de usted mismo y de los aspectos que marcan su vida. No solamente su memoria va a mejorar, no solamente su mente ganará en claridad, sino que podrá también participar verdaderamente de una mejor comprensión de usted mismo y de la verdadera naturaleza de la felicidad.
Les animo a todos a intentarlo. Yo hago esta práctica todo lo que puedo y es el vector de un gran beneficio. Me ayuda a comprender con precisión dónde estoy, aquello que he experimentado en el pasado y que me permite igualmente comprender qué puede pasar, cuales son las posibilidades. Además esta práctica simple nos ayuda a comprender el pasado, el presente y el futuro. Nos sentimos confiados y podemos descubrir la felicidad.
Espero (que estas palabras) les sean benéficas. Hago deseos y oraciones para que podamos todos cumplir la felicidad intemporal. Rezo para que ganemos en claridad y que encontremos todas las condiciones para apreciar los lazos que hay entre nosotros. Rezo para que cultivemos las condiciones que nos permitirán actualizar el potencial del que estamos dotados, los lazos que todos compartimos como los familiares y amicales. Y rezo para que esto no acabe siendo solo una felicidad emocional, sino una felicidad intemporal en nuestro mundo.
Se trata de una transcripción corregida de una enseñanza pública retransmitida en directo, que ha sido dada con ocasión del día mundial de la felicidad en las Naciones Unidas, en 2015, por Thaye Dorje, el XVII Gyalwa Karmapa. Puede seguir a Karmapa en Facebook, y en su página Karmapa.org o @karmapaorg
Origien HuffPost 13 avril 2015
Photo Tokpa Korlo
Dhagpo Kagyu Ling - Landrevie - 24290 Saint-Léon sur Vézère - tél : 0033 5 53 50 70 75 - Esta dirección de correo electrónico está siendo protegida contra los robots de spam. Necesita tener JavaScript habilitado para poder verlo.