Durante todos estos años, los centros de estudio y de meditación se han multiplicado para recibir al público; se ha abierto una biblioteca de consulta; se ha construido un instituto para asegurar la traducción de textos fundamentales y dar conferencias; centros de retiro permiten profundizar los conocimientos y la meditación; por fin, dos monasterios y un gran templo ofrecen un cuadro propicio para consagrar su vida a un camino de sabiduría.
Cada uno desde donde estábamos, hemos participado en la realización de estos cinco deseos de Gyalwa Karmapa, que permiten establecer de manera duradera la enseñanza de Buda en Europa. Estos cuarenta años marcan una etapa para nuestra gran familia: se han construido los edificios, las actividades están estabilizadas, y podemos pensar en un desarrollo del conjunto. Esta celebración no se limita a un acontecimiento, sino más bien a un conjunto de encuentros, enseñanzas y prácticas que se desarrollaran a lo largo de todo este año, entre los dos Losar (febrero 2015-febrero 2016) que estarán marcados por la idea de gratitud.
Gratitud por todos aquellos que, de cerca o de lejos han participado en la realización de proyectos que nos han llevado hasta el día de hoy. Gratitud por los maestros que han dado toda su energía para asegurar la transmisión del Dharma, gratitud para los benefactores, los voluntarios que han apoyado los diferentes lugares ligados a Dhagpo, gratitud para todos aquellos que han puesto en práctica la enseñanza con el fin de formar nuestra comunidad espiritual.