El budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.
17° GYALWA KARMAPA
El budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.
17° GYALWA KARMAPA
Cuaderno de viaje - Conmemorar el parinirvana de Shamar Rimpoché con Karmapa en Kalimpong
Ver el blog original (en francés)
Jueves 8 de junio
Velocidad, fuego y posible distracción
Esta vez comenzamos a las 6 de la mañana (media hora antes de lo previsto, con la gran suerte de haber sido prevenido 10 minutos antes). Gyalwa Karmapa no está presente, pero Lodro Rabsel Rimpoché y Shabdrung Rimpoché han llegado la víspera y se unen a nosotros para el ritual. Y sobre todo, el altar del templo ha sido decorado con la estupa de Shamarpa con sus reliquias. Una de las razones de la ausencia de Karmapa la víspera, es que realizó el rabne (la consagración) de la estupa. A parte de esto, yo diría que el resto es rutina: nos sumergimos en diferentes fases de Gyalwa Gyamtso con, parece, menos cansancio que ayer. Llega la pausa.
La estupa de Shamar Rimpoché
A la vuelta de la pausa, el templo está vacío y los monjes esperan delante de la puerta. Me quedo un poco perplejo y pregunto a uno de los monjes (ya he hablado antes con él, es uno de los khempos especializado en la historia de los linajes y la poesía)
Un silencio y continua,
Finalmente llega umze Ngedon, el maestro de ceremonia.
El umze entra en el templo el primero, seguido de los ancianos, seguidos de los otros. Me cuelo. Practicamos. La mañana se acaba.
¡Una preciosidad de obra!
Por la tarde nos encontramos en el templo a las 13h. Karmapa está presente. Y ahora hay que agarrarse: el ritual que nos llevaba cinco horas los días anteriores, ha rodado a la tarde en dos horas y media. Se acabaron las lentas melodías de sílabas que flotan, se acabaron las repeticiones; todo se lee que una vez. Se siente que hay algo gordo que se avecina. En la pausa, todo el mundo baja y en el patio, delante de la tienda de plástico todo se ha instalado para el djinsek.
Los preparativos del djinsek
Las ofrendas destinadas al fuego
¿Djinsek? El ritual de fuego. No es el ritual de purificación por el humo en el que la ofrenda es el fuego. Aquí, el fuego representa la divinidad. Hay tantos djinsek como yidams. Es una práctica que se hace después de una acumulación de mantras de la divinidad y reúne todos los logros para los practicantes y aquellos a los que están unidos.
La tienda preparada para los oficiantes
La tienda ha sido adaptada al ritual y Karmapa viste los ornamentos de dakas y dakinis. Sentimos como un in crescendo en el proceso. Todo el mundo se instala (o más exactamente es instalado por el maestro de disciplina). Y aquellos que no han sido colocados, se buscan la vida. Es mi caso. Un monje me invita a sentarme a su lado, me siento y me encuentro justo en frente de Karmapa que está del otro lado del patio (de ahí que haya podido tomar algunas fotos; de manera general, como estoy sentado con los monjes, no es cuestión de moverse para sacar fotos y veo bien que ¡el hecho de hacer fotos de donde estoy es limitado! Recibo la mirada atenta del maestro de disciplina. No he abusado, así que no me ha dicho nada – acuerdo tácito).
El ritual de fuego está en la prolongación de la mecánica benévola del drupchö: fuego, ofrendas, músicas, deseos. La compasión una vez más está aún en acción más allá de las apariencias. ¡Contemplo a karmapa que despliega su actividad con fuerza y facilidad! Diríamos que hace 900 años que hace esto… El ritual se acaba, se va y todo flota un poco antes de que cada uno retome sus actividades (sobre todo los que recogen los restos del ritual).
Mañana es el último día y me he dado cuenta de que aquí, la forma espiritual se extiende en todas las direcciones: templos, rituales, tankas, estatuas, músicas, cantos y melodías, monjes que evolucionan como un organismo, maestros…Tengo la impresión de que, si nos dejamos llevar por las formas, corremos el riesgo de perdernos lo esencial. Mis maestros me han enseñado que lo esencial del entrenamiento es el de volver siempre a la esencia: la esencia de los fenómenos, la esencia de las emociones, la esencia de las apariencias, la esencia de la mente. ¿Y si este fuego de artificio ceremonial nos desviara de la esencia y se convirtiera a fin de cuentas en una distracción? En realidad, esto depende de la manera en la que lo vivimos.
A este respecto, he reconocido una frase en el ritual de Gyalwa Gyamtso:
“Mira, mira tu propia mente
La mente en sí misma no tiene la menor existencia.
Esta mente intrínseca, irreal,
Es la gran maravilla de la multitud de apariencias.
La apariencia no es otra cosa que la mente”
Para mí es aquí donde está la generosidad de los maestros Kagyu, es el verdadero fuego artificial (sin artificio) de las instrucciones sobre la naturaleza de la mente que nos ha llevado a reconocer el nuestro, más allá de las palabras. Es universal. Sin embargo, no hay ninguna contradicción con los aspectos formales, al contrario. El texto dice también:
“la mente se manifiesta como la esencia de la claridad,
Desplegando una variedad de medios hábiles
Para seres de diferentes tendencias.
Por una multitud de actividades”
Algunos saben tomar refugio en la sangha.
Y no nos equivoquemos (perdonarme de formular esto como un consejo), “medios hábiles” significa “medios compasivos” y la naturaleza de la compasión es la de liberarnos, no de distraernos. Esto es lo que yo he entendido de las enseñanzas de Gyalwa Karmapa.
De hecho, mañana por la mañana, las prácticas se terminan con la destrucción del mandala de arena en el rio. Y ni siquiera sé a qué hora empieza esto.
Lama Puntso
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