17° Gyalwa KarmapaEl budismo es un modo de vida por el cual desarrollamos las calidades de nuestra mente.
Es un modo de vida muy particular, ya que es una manera de alcanzar la felicidad
sin dañar a otros.

17° GYALWA KARMAPA

Cuaderno de viaje - Conmemorar el parinirvana de Shamar Rimpoché con Karmapa en Kalimpong

Ver el blog original (en francés)

Lundi 12 de junio de 2017


El entusiasmo

Podríamos decir que Karmapa ha cerrado la conmemoración del parinirvana de Shamar Rimpoché con la transmisión de la iniciación de larga vida. Centenares de tibetanos, indios y nepaleses se han reunido para recibirla. Antes de la transmisión, Karmapa ha enseñado en tibetano (traducido al nepalés). Después, ha hecho un resumen en inglés. Extracto. (La traducción la he hecho bastante rápido a partir de una grabación de mala calidad; aunque falte precisión, no hay grandes errores en el siguiente texto).


Para aquellos que aman la tradición, ¡tienen lo que necesitan!


“Tenemos la oportunidad de alcanzar la excelencia espiritual; los términos utilizados en la enseñanza de Buda son la acumulación de mérito y la sabiduría. Y por ello, nunca hemos de perder el entusiasmo, ya que en el momento en el que se nos escape, entonces nos separamos, nos volvemos individualistas, perdemos coherencia. Por eso es importante encontrar un medio para cultivarla. ¡Lo que no quiere decir que haya que realizar un cambio radical desde ya! Evidentemente es imposible. Pero si al menos podemos iniciar la curiosidad, entonces podemos ir a algún lugar, en el sentido de que el viaje ha comenzado. Es por ello por lo que debemos encontrar una manera de darnos cuenta que, en todas las ocasiones de la vida, todo está ahí para reunir la excelencia. Sea cual sean las responsabilidades que tengamos, bien tengamos la responsabilidad de un padre, o de una madre, a partir de las diferentes responsabilidades que tenemos, nos hace falta encontrar una manera de ganar en entusiasmo, y particularmente para que la espiritualidad se instale. Nos hace falta encontrar un entusiasmo igual en todo aquello que realizamos, sea lo que sea lo que practiquemos.


La multitud está reunida con lo que hace falta para
protegerse del sol.
Delante de ellos hay centenas de monjes
y la tienda en la que se encuentra Karmapa.


Si no, no estamos ni aquí ni ahí. E incluso antes de darnos cuenta, esta condición física que tiene su propio límite, declinará y se disolverá para desaparecer finalmente y transformarse en otra cosa. No es que las cosas vayan a acabarse dramáticamente de un golpe y que será el fin del mundo. No es eso en absoluto. Simplemente va a transformarse en otra cosa y nos hará falta volver a empezar toda una vez más. Eso se llama el samsara. Volver a comenzar de nuevo y de nuevo y de nuevo es muy cansado. Es por lo que a esto se le llama el samsara. No es esta vista vaga y siniestra en la cual todo se para en el momento de la muerte. Para nada es el caso. Vamos a volver a comenzar una vez más, y es muy, muy cansado volver a empezar otra vez. Es por lo que si podemos encontrar el entusiasmo en todo aquello que hacemos, incluso si no conocemos ni una palabra de la enseñanza de Buda y que lo único que hubiéramos aprendido fuera lo que se enseña en la sociedad, en ese caso, incluso una broa puede ser espiritual. El entusiasmo la vuelve espiritual. Si decimos “¿cómo estás?” dándole todo el sentido y saliendo del fondo de nuestro corazón, entonces lo estamos diciendo con entusiasmo. Si no es como si fuera tan solo una obligación. Con una falta de entusiasmo nos somos más que maquinas.


Karmapa lleva la “pequeña cofia negra”
y adivinamos (a la derecha) a los monjes que
le ofrecen el mandala simbólico del universo.

Podemos preguntarnos ¿cuándo poner en obra el entusiasmo? Irónicamente se desarrolla a través del dolor. Es muy irónico. El término sánscrito para esto es dukkha. Exactamente como una flor de loto que se desarrolla a través del barro. Todas las situaciones que nos encontramos son oportunidades para desarrollar el entusiasmo. Para encontrarlo no se trata de hacer sufrir intencionadamente. Nos hace falta simplemente focalizarnos en lo que tenemos delante de los ojos, a la puerta de nuestra mente: cambiamos progresivamente, estamos sumidos a la impermanencia y envejecemos rápidamente. Es la razón, la condición de la verdad de lo que somos. El resultado es que esto se vuelve el ingrediente principal del entusiasmo.


Una de las benefactoras que ha financiado el evento
ofrece el cuerpo, la palabra y la mente despierta a Karmapa.

Si podemos tener el valor, según nuestras capacidades, de mirar nuestra condición sin que cese el cambio, encontraremos lo que buscamos y apreciaremos lo que hacemos. Esto dará sentido a lo que hacemos.

Con este tipo de entusiasmo es con el que debemos de comprometernos en la espiritualidad. Por ejemplo, hoy recibimos la iniciación del buda Amitayus que genera la longevidad. Es en nuestros hábitos en donde hemos de aspirar a una larga vidas, siempre queremos más tiempo; nos gustarían cinco minutos de más, diez minutos de más, diez años de más, en el objetivo de llegar a algún lado. Si alimentamos esta costumbre por sí misma, no iremos a ninguna parte y nos quedaremos exactamente donde estamos. Si al mirar a la longevidad, nuestro objetivo es espiritual, entendemos entonces que nuestro renacimiento humano es la mejor oportunidad para extraer la excelencia. Podemos obtener la esencia. No en el sentido de un poder o de una posición o una reputación. Por ejemplo, cuando Sidharta alcanza el despertar, fue conocido y reconocido como el buda Gautama. Su objetivo no era el de ser célebre o poderoso o rico. Ha adquirido la reputación de ser el Buda por la completa comprensión de lo que somos, de lo que hacemos y de cómo son las cosas.


Obtener una conciencia completa,
una claridad total de lo que somos

Poseer una condición humana da tiempo para extraer esto. Ninguna otra existencia o renacimiento no permite obtenerla. Imaginemos que pudiéramos extender nuestra vida sin ningún límite, durante eones. No seriamos mejores que los dioses o que los seres celestes que tienen exactamente este tipo de vida; o, no son considerados como seres habiendo tenido un precioso renacimiento. Estaríamos en la misma situación que ellos. Es por lo que la razón de ganar en longevidad es la de utilizar el tiempo que tenemos para obtener una completa conciencia, una plena claridad de lo que somos. Es esto. Y no hay nada más. Obtener el estado de Buda no tiene nada que ver con la obtención de poderes sobrenaturales, o de la levitación. El objetivo es el de obtener una total comprensión. Entonces no habrá más confusión. No estamos bloqueados en ningún lado, podemos movernos cómodamente. Este es el objetivo.


Delante, las gyalings y los incensarios;
a los lados los militares y un improbable guardaespaldas.
Están también los fotógrafos y
justo detrás la cofia negra que sigue.
Y en medio de todo esto, Karmapa es Karmapa.

Con esta intención, os pido a todos que recibáis esta iniciación sin separar a nadie: al que da la iniciación como si hiciera su deber y a aquellos que la reciben como si recibieran una inyección, como una vacuna para después quedarse en casa tras haber recibido su ritual cotidiano. Esto no tiene sentido. Debemos de buscar recibir esta abisheka con entusiasmo diciéndonos: “Estoy consciente, estoy aquí, tengo esta formidable oportunidad de prolongar mi vida para realizar algo excelente y no repetir lo que la sociedad repite sin cesar.” Sino, aspiramos a una larga vida para repetir una y otra vez lo que ya hemos hecho, sin nada nuevo. Repetir las mismas viejas cosas. Si queremos algo de nuevo, de fresco, es el entusiasmo el que nos hace desarrollar y esto nos llevará a algún lugar”.

Si esto no es una enseñanza sobre los cuatro pensamientos…

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Ultimo desayuno antes de partir. Pelbar, el secretario del shedra viene a sentarse a mi mesa y hablamos de la evolución de la comunidad. Como es su actividad en este momento (y aun por tres años) me habla de la financiación y de la gestión. Me explica cómo no tenían de qué preocuparse cuando Shamar Rimpoché estaba vivo. Satisfacía a todos en sus necesidades y financiaba todos los proyectos. Un poco antes de su partida a las tierras puras (un poco antes de su muerte), explicó a todos los monjes del shedra que debían de ser más autónomos y pensar en la financiación del lugar y de su funcionamiento. Un poco después, llegaron Alex y Katya (uno de Dhagpo Bordeaux y la otra de DKL) y juntos han establecido un plan de comunicación y una web con el fin de comenzar a financiarse ellos mismos. Pelbar añade: “Shamarpa nos dijo que no iba a ser fácil pero que maduramos mostrando cara a las dificultades”. Un silencio, y acaba diciendo “Y es cierto”. Hoy el shedra llega a vivir y tienen proyectos como la construcción de un gran templo y de una guest house para tener una fuente de ingresos y acoger mejor a los occidentales.

Kalzang Puntso llega enseñándome su teléfono (hace poco me hubiera enseñado su reloj):

- ¡Nos quedan tres minutos antes de la salida!
- Estamos en plena charla con Pelbar
- Pero en tres minutos podemos decir muchas cosas.

Cojo mi mochila, llueve, Pelbar y Kalzang me acompañan hasta el taxi. Les digo que llovía cuando llegué y que ahora llueve cuando me voy. Sonriendo, Pelbar me responde: “Oh, quiere decir que es un buen signo…sin duda”.

Lama Puntso

 

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