# 12: La apertura del ojo del universo

Cuaderno de viaje - En Nepal y en India con lama Puntso

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17 de diciembre de 2017

La apertura del ojo del universo

Después de Lumbini y el nacimiento de Buda, tras Kushinagar y su paranirvana, estamos en Sarnath, el lugar de la primera enseñanza: las cuatro verdades de los nobles. Pero, ¿qué es lo que pasó?

La estupa de Sarnath por la noche

Tras el despertar

Una vez que Buda alcanzó el despertar, a la edad de 45 años y una vez pasadas siete semanas, quiso enseñar el Dharma porque era el mayor de los bienes que podía realizar para los seres. Pero no era fácil. Primero porque aquello que tenía que enseñar era nuevo y porque en esa época había de rishis, eruditos de numerosas tradiciones diferentes que tenían mucho poder en esa época. El Buda estaba por tanto muy atento de a quién iba a enseñar el Dharma. De hecho, lo que pasó es que, tras haber alcanzado el despertar, el Buda estuvo hablando con un hombre que no tenía de hecho tiempo para escuchar sus enseñanzas. Al oír esto, el Buda se sorprendió. Se dijo que quizás no había discípulos o personas que pudieran integrar la enseñanza que tenía que dar, la experiencia que tenía para transmitir. “Quizás sea mejor que me vaya a meditar” Y se volvió al lugar del que había venido para meditar.

En ese momento, tanto los diferentes protectores del Dharma como los seres divinos como Brahma e Indra, se dieron cuenta de que existía el riesgo de que el Buda no enseñara, no transmitiera el Dharma. Le hicieron pues la petición de enseñar el Dharma en el mundo. El Buda aceptó.

Primero quiso enseñar a su antiguo maestro que le había enseñado la austeridad y con el que había pasado seis años en meditación. Como Sidharta había realizado todas las instrucciones y que este maestro no podía transmitirle otras, decidió buscarlas en otro lado. Su maestro le hizo la petición de que volviera con las instrucciones más profundas que encontrara. Lo que Sidharta aceptó. Su partida generó el enfado entre los cinco amigos con los que había practicado y que le consideraban como un cobarde. Más tarde, cuando Sidharta se convirtió en Buda, no pudo enseñar el Dharma a su antiguo maestro ya que éste había muerte entre tanto. Decidió ir a buscar a sus cinco amigos co-discípulos que se encontraban en Sarnath.

La estupa de Sarnath por la mañana

Llegando el Buda a Sarnath, estos le vieron llegar de lejos pero no querían recibirle porque todavía estaban enojados. Por lo que decidieron no recibirlo convenientemente; pero a medida que el Buda se aproximaba, por la fuerza de su mérito y de su energía, los cinco discípulos no pudieron hacer otra cosa que recibirle. La primera noche hablaron y se contaron en qué lugar se encontraba cada uno, cómo habían evolucionado, lo que cada uno había realizado y el Buda les anunció que a la mañana siguiente daría su primera enseñanza. Era la luna llena del mes de septiembre según el calendario Teravada.

Al día siguiente el Buda enseña tres veces las cuatro verdades de los nobles

La primera vez, el Buda se centró en la esencia de cada una de éstas nobles verdades. Enunció la primera verdad como siendo el sufrimiento, la segunda como las causas del sufrimiento, la tercera como la cesación del sufrimiento y la cuarta noble verdad, como el camino que lleve a la cesación.

El Dharma ha nacido

De hecho, mientras enseñaba estos cuatro aspectos entre los cinco discípulos, el mayor y el más erudito que se llamaba Gaudinia realizó el estado de arhat simplemente escuchando esta primera enseñanza. Entonces hubo numerosos signos de buen augurio en el cielo, así como todo tipo de sonidos. Eran los devas explicando y proclamando que el ojo del universo estaba abierto, que la rueda del Dharma se había puesto en movimiento y tocaron el tambor del Dharma. Por esta situación podemos decir que la enseñanza, el Dharma, estaba establecido ya que existía la enseñanza, el Buda que transmitía, estaba Gaudinia que por su realización constituía la sangha y al final estaba la enseñanza en sí misma que fue transmitida. Por lo que, debido que estaban presentes los tres aspectos, nació el Dharma.

La realización de Gaudinia llama la atención. En realidad, cuando hay que prender fuego a grandes campos cuando todo está bien seco, es suficiente una chispa para hacerlo quemar. Ahí, para Gaudinia fue parecido, todo estaba listo, todas las condiciones estaban reunidas y justo fue necesaria esta enseñanza para que eso completara las condiciones y que realizara el estado de arhat.

Llegamos a la segunda repetición de la enseñanza sobre las cuatro verdades de los nobles. Hemos visto que la primera enseñanza consistía en darle su esencia o su nombre y aquí, el Buda da las características o la función de cada una de las verdades.

Dice: debéis conocer la verdad del sufrimiento, debéis de abandonar las causas del sufrimiento, debéis de realizar la verdad de la cesación, y os hace falta practicar la verdad del camino. Hay una metáfora que explica las cuatro nobles verdades, dice: “Primero hay que conocer la causa de la enfermedad, aquello que hemos de abandonar; la curación de la enfermedad es la obtención de la buena salud, y el hecho de curar la enfermedad es el tratamiento que ponemos en marcha”.

El Buda repite una tercera vez las verdades de los nobles, pero esta vez centrando su enseñanza en el resultado. Una vez que hemos obtenido la realización podemos decir: he visto, he conocido la verdad del sufrimiento, he abandonado la causa del sufrimiento, he realizado la cesación porque he aplicado el camino.

Lama Sherab Gyaltsen Rimpoché y Lodro Rabsel Rimpoché de visita en Sarnath en el momento en el que practicamos juntos.

Una vez que las cuatro verdades de los nobles fueron transmitidas a sus cinco discípulos, cada uno de ellos obtuvo una realización, para algunos fue el estado de arhat, la completa liberación y para otros fue el camino de la visión. Pero todos realizaron los diferentes niveles y todos se liberaron. Esto constituye el primer movimiento de la rueda del Dharma. Después, tras estas tres repeticiones de las cuatro verdades de los nobles, el Buda, evidentemente, extendió la enseñanza durante muchos años.

(Extracto de una enseñanza de Khempo Kirti, DKL, 2012).

Puntso