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25 de julio de 2018
Thaye Dorje, Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa, comparte el siguiente mensaje tras los recientes desastres ocurridos en Grecia y en Laos.
Queridos amigos dharma
Los devastadores incendios cerca de Atenas, en Grecia, han acabado con la vida de más de 76 personas. Es comprensible que las imágenes de personas huyendo de las llamas para encontrar un lugar seguro o llorando la pérdida de sus seres queridos generen emociones.
Y lo mismo con el hundimiento de la presa en el sudeste de Laos, que ha provocado inundaciones repentinas que han causado la muerte de al menos 20 personas, y más de 100 siguen aún desaparecidas. Las imágenes aéreas de hogares sumergidos por el agua, con los aldeanos y sus niños varados en los tejados, pueden ser molestas para algunos de nosotros.
La práctica del Dharma de Buda es un camino para dominar nuestras emociones, en lugar de dejar que nuestras emociones nos controlen. No se trata de no tener corazón o de carecer de compasión, sino todo lo contrario.
Es en momentos como este, cuando ocurren desastres naturales o provocados, o cuando acontece una tragedia en nuestras vidas personales, cuando los beneficios de nuestra práctica, una práctica de compasión, se demuestran con mayor intensidad. El propósito de nuestra práctica es el de generar la Bodhicitta, el corazón humano.
Gracias a la práctica del Dharma de Buda, podemos experimentar una compasión y sabiduría ilimitadas. Ya no estamos desbordados por la ira, el miedo u otras emociones aflictivas (klesa). En su lugar, somos capaces de aprovechar nuestra riqueza interior, nuestros valores innatos, para el beneficio de todos. Experimentamos la impermanencia de todos los fenómenos condicionados. A su debido tiempo, permitiremos que se vayan el miedo y la ira por completo, y dejaremos que la compasión se eleve.
Como he dicho antes, el corazón cubierto de compasión es aún más precioso que un Buda. En el corazón humano, podemos ver una esperanza ilimitada.
Por lo tanto, practiquemos y recemos por aquellos afectados por estos y todos los desastres, y que los beneficios de nuestros corazones cubiertos de compasión lleguen a todos los seres sensibles.
Con mis oraciones
Thaye Dorje, Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa
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