Mensaje de Karmapa con motivo del Día Internacional de la Mujer

Queridos amigos del Dharma,

Hoy es el Día Internacional de la Mujer, un día donde nos tomamos el tiempo de honrar el rol específico que las mujeres tienen en nuestra vida y en el mundo entero.

Hay más de 7.5 millones de habitantes en nuestro planeta, repartidos en más de 195 países. El viaje de cada persona, sin excepción, ha comenzado con una madre. Una madre que nos ha alimentado y nos ha permitido desarrollarnos en su vientre. Una madre que ha tenido que dar a luz y darnos la vida, un acto de valor, de un esfuerzo y de una fuerza espiritual ilimitadas.

Cuando no somos más que bebes, nuestra madre nos alimenta, nos lleva, nos cuida, nos ama – sin condición y sin esperar nada a cambio. Y cuando crecemos, su amor y su compasión permanecen constantes, indiferentes a las variaciones del tiempo.

Toda persona que avanza sobre el camino de los budas y bodhisatvas busca el despertar. En algunos casos, esto puede parecer un sueño lejano, inaccesible e impalpable por una persona normal. No necesitamos mirar más allá del amor de una madre para tener un ejemplo de aquello que buscamos.

En nuestro mundo condicionado, todo es impermanente. Todo, por su propia naturaleza, debe descomponerse. Es la razón por la cual buscamos algo más estable, mas permanente que las emociones efímeras o una riqueza material.

El amor de una madre es atemporal. El amor de una madre es ilimitado. El amor de una madre es una percepción de la riqueza interior que todos tenemos en el fondo de nosotros.

En este Día Internacional de la Mujer, podamos acordarnos todos de nuestra madre y de todas las madres del mundo, ya que su amor es el terreno más fértil en el que cultivar la compasión. Podamos cada día guardar su ejemplo en la mente.

Con toda mi compasión,

Thaye Dorje
Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa