Algunos pensamientos sobre la paz

 
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El 21 de septiembre de 2020

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El 21 de septiembre de 2020, Día Internacional de la Paz de las Naciones Unidas, Thaye Dorje, Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa, comparte algunas reflexiones sobre el concepto de paz.

Varios patrones repetitivos (Foto de Karmapa)

En el Día Internacional de la Paz de este año, podría ser interesante reflexionar sobre lo que realmente es la paz. ¿Existe una paz absoluta o bien es una ilusión?

Para mí, la idea de paz absoluta que tenemos es en cierta forma algo muy similar a nuestra idea de una "buena salud" absoluta. No puedo evitar comparar nuestras nociones de "paz" y su opuesto y nuestras ideas de "salud perfecta" y su contrario.

A menudo utilizamos términos como "paz", "buena salud", "mala salud", dando por sentado estos términos, como si realmente describieran una realidad absoluta. Damos estos términos por sentado porque en realidad son muy vagos, por lo que, a menos que comparemos lo que parecen describir con otra cosa, no podemos comprender realmente lo que significan.

Por ejemplo, en este momento se supone que vivimos en un estado de paz, porque no hay una guerra importante en curso (en la gran mayoría de los países) y por eso damos por sentado este estado y lo llamamos "paz". Sin embargo, si nos acercamos y miramos más de cerca, vemos que dentro de este estado de paz están sucediendo todo tipo de cosas caóticas, tanto a nivel individual como colectivo.

Por tanto, la paz es difícil de definir, porque aunque pensamos que vivimos en paz, reina la violencia, el dolor y la confusión. A nivel individual existen diferentes tipos de disputas y conflictos, duelos personales, accidentes y enfermedades y a nivel colectivo, existen desastres naturales y provocados por el hombre; alrededor hay una disolución constante de patrones anteriores y la aparición de nuevos patrones.

Con la salud sucede lo mismo. De hecho, no existe la buena salud absoluta. No hay más que patrones repetidos que reconocemos y definimos como "buena salud- " o "mala salud " y hemos llegado a un acuerdo sobre cómo los definimos y los etiquetamos y, por lo tanto, nos sentimos satisfechos.

La idea de la paz es similar, creo. Parece que hay un patrón de paz cuando lo comparamos con un patrón que no es similar a la paz, un patrón que identificamos como algo violento. Entonces, cuando este patrón no pacífico se agota, surge un nuevo patrón y probablemente trataremos de involucrarnos en este nuevo patrón identificándolo como siendo "la paz".

En verdad, este patrón emergente puede que no sea para nada ni tranquilizador ni pacífico, pero nos da cierta satisfacción, porque hay un cambio. A medida que nos acostumbramos a este nuevo patrón, rezamos para que permanezca el mayor tiempo posible y hacemos todo lo que está a nuestro alcance para asegurarnos de que se mantenga.

Por supuesto, el hecho mismo de que este nuevo patrón haya surgido sobre la base del cambio, que haya comenzado con el cambio, ya debería implicar que él mismo acabará y dará paso a otro patrón.

Pero debido a que estamos demasiado abrumados por el patrón pasado, demasiado preocupados por esperando un cambio, realmente no nos tomamos el tiempo para comprender la aparición de este nuevo patrón.

Así que, siempre reproducimos nuestros viejos hábitos. Estamos empezando a aferrarnos a este nuevo patrón de nuevo, como hicimos con los anteriores.

Este es un punto crucial para los budistas. Por lo que, en lugar de buscar la paz, los budistas se preocupan en cómo surgió este nuevo patrón y en cómo se agotó el anterior.

No existe la paz absoluta; la paz conceptual limpia, clara e inmaculada que buscamos nunca podrá lograrse. Y afortunadamente, podemos reconocer esto como una buena noticia, porque significa que podemos dejar de luchar por ella. De esta manera, no hay lugar para la ansiedad.

La paz es solo un concepto y mientras este concepto tenga credibilidad, mientras todos estén de acuerdo en que compartimos este concepto y nos alineamos con él, entonces probablemente sea bueno respetar este día.

Sin embargo, nuestro problema es que creemos que la paz es realmente alcanzable, y este concepto erróneo abusa de la belleza del concepto.

Porque, como hemos mencionado anteriormente, podemos usar temporalmente tales conceptos, incluido el concepto de paz, como un respiro.

De lo contrario, creer que hay una paz absoluta y permanente que ganar solo crea la base misma para la ansiedad, simplemente porque nunca la obtendremos.

Mientras creamos que existe algo como la paz, una utopía, una tierra pura, etc., por más fervientes que sean nuestros esfuerzos en esta dirección, todas nuestras buenas intenciones solo seguirán allanando el camino para una mayor ansiedad y confusión.

¿Hay constantemente nuevos patrones, pacíficos o contrarios? ¿Seguirán apareciendo nuevos patrones? Por supuesto. Hay una línea interminable, una corriente interminable de nuevos patrones, listos para surgir y manifestarse.Entonces, si bien no encontraremos la paz absoluta, podemos observar los diferentes patrones, no como cosas separadas, sino en términos de cómo un patrón que se disuelve y deja que otro nazca a su paso, creando un vacío. Y tan pronto como la disolución del patrón anterior crea este vacío dejando un espacio, por la razón que sea, ese espacio se llena inmediatamente. Si movemos nuestra mano a través de del agua, dejará un espacio a su paso, y ese espacio se llenará inmediatamente. Esta analogía puede ayudarnos a comprender la aparición de un nuevo patrón.

Realmente no conocemos la naturaleza de este nuevo patrón; todo lo que sabemos es que hay un cambio.

Sin embargo, en el momento del patrón anterior, llegamos a lo que en el budismo se llama "tiempo degenerado", el fin de los tiempos, el fin de este patrón. Y una vez que llegamos a la fase degenerativa de cualquier tipo de experiencia, hacia el final de esa experiencia, ya sea porque sentimos que se acerca el final de ese patrón en particular o porque estamos cansados de vivir esa experiencia una y otra vez, sea cual sea la razón, comenzamos a anhelar algo nuevo, un cambio, y por lo tanto, cuando aparece el nuevo patrón, realmente no nos molestamos en mirar de cerca cómo es esto nuevo que surge.

Somos como alguien sin aliento, sin oxígeno y necesitado de él, así que cuando tenemos la oportunidad de respirar, identificamos ciegamente lo que respiramos como oxígeno y lo inhalamos profundamente, con fe ciega, aunque lo que respiramos con tanta facilidad puede que no sea oxígeno en absoluto.

Asimismo, asociamos ciegamente esta nueva aparición que tanto anhelamos con la paz, sin examinar realmente su naturaleza, sin mirar de cerca lo que realmente es. Lo abrazamos a ciegas, sin saber mucho al respecto.

Entonces, con el tiempo, incluso este nuevo patrón que llamamos "paz" también terminará inevitablemente ya que surgió del cambio. Es algo tan evidente que ni siquiera nos molestamos en notarlo. Debido a la forma en que adoptamos el nuevo patrón, por emoción, por instinto puro, naturalmente sigue el que queremos cimentarlo y convertirlo en algo permanente.

Dicho esto, ¿cómo celebrar este día de paz?

¿Manteniendo silencio, inclinando la cabeza y reflexionando en ciertas cosas por unos momentos?

¿O, si tenemos una inclinación espiritual, participando en lo que consideramos meditación (aunque lo que en realidad estamos haciendo es más bien tomarnos un tiempo para pensar)?

Esta es una pregunta realmente interesante y es obvio que la forma de observar este día depende de nosotros, pero me gustaría hacerles una sugerencia, mis queridos amigos del Dharma: usen algunos de los pensamientos que he esbozado aquí y comiencen pensando un poco en ello (porque no podemos prescindir de unos pocos pensamientos al principio).

Sin embargo, después de un tiempo, una vez que nos sintamos más cómodo con ellos y comprendamos la esencia de lo que estaba tratando de decir, simplemente, observe.

Mire por la ventana, observe el vapor que sale de su taza de té, mire una puesta de sol o un amanecer, mire los árboles, escuche los sonidos a su alrededor, el zumbido de un tren o un avión, el ruido de la calle ... puede ser cualquier cosa.

Sin pensar demasiado, trate de concentrarse en esas experiencias y mírelas visual o mentalmente para ver cuántos patrones hay. A partir de uno o dos patrones simples que reconozca, observa cuántos patrones aparecen cada segundo o cada momento.

Observe esto todo el tiempo que quiera sin quedarse completamente aturdidos.

Por supuesto, realmente no importa que se haga esto con motivo del Día Internacional de la Paz, o en un día de la paz individual o en cualquier día de la paz, y de hecho, no es en absoluto necesario que se trate de paz, pero dado que hemos acordado llamar a este día en particular un día internacional de paz, podríamos utilizarlo para hacer algo interesante.