Budismo
Un camino de sabiduría
Del malestar hacia la liberación
Hace más de 2500 años, el príncipe indio Siddartha, adquirió conciencia del malestar y de la insatisfacción inherentes a nuestra vida humana. Con la aspiración de liberarse, abandonó su vida principesca para seguir las enseñanzas de varios ermitaños renunciantes y practicar diversas austeridades. Como el ascetismo no lo condujo hacia la liberación, lo abandonó en favor de un camino medio, más allá de cualquier extremo. Comprendió entonces clara y profundamente el malestar, su origen, su cesación y el camino para actualizarlo. Libre de la ignorancia, disipó la ilusión, liberándose así de toda insatisfacción. Después alcanzó el despertar – el conocimiento directo de la realidad tal y como es – y a partir de entonces se le conoció como Buda, el despierto. En respuesta a la solicitud de muchos seres, dedicó el resto de su vida a compartir la sabiduría que había descubierto, con el fin de ayudarles a actualizar el estado de buda presente en cada uno de ellos.
“Abandonar todo acto dañino,
Alcanzar todo lo que es benéfico,
Y dominar su propia mente,
Esta es la enseñanza del Buda.»
La práctica búdica
Tres entrenamientos indisociables
La práctica búdica puede resumirse en tres campos de entrenamiento:
- La conducta: basada en la comprensión, consiste en abandonar los actos nocivos y cultivar los actos benéficos para crear condiciones de vida que nos conduzcan al camino hacia la liberación del malestar y de la insatisfacción.
- La meditación o introspección tiene dos aspectos: la quietud mental y la visión superior. La quietud mental consiste en mirar dentro de nosotros y entrenarse en permanecer en el estado natural de la mente, libre de toda agitación. A partir de ahí, la meditación de la visión superior conduce a un conocimiento profundo, basado en una experiencia, de nuestra verdadera naturaleza y en la del mundo de las apariencias.
- El discernimiento resultante de la escucha, de la reflexión y de la familiarización,disipa progresivamente cualquier malentendido en cuanto a la verdadera naturaleza de la mente y de los fenómenos.
«Si combinamos estos tres aspectos, habremos comprendido el significado del Dharma, aportaremos una ayuda que será realmente útil para los demás y nuestra vida personal será simple y fácil.»