22 Enero 2022
Thaye Dorje, Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa, comparte el siguiente mensaje sobre el fallecimiento de Thich Nhat Hanh.
Queridos amigos del Dharma,
Uno de los maestros budistas más venerados de nuestro tiempo, Thich Nhat Hạnh, ha dejado su cuerpo. Me gustaría expresar mis condolencias a todos sus alumnos tanto en Vietnam como en todo el mundo, pero al mismo tiempo también me gustaría animarnos a todos a regocijarnos por su actividad ilimitada y su legado intemporal.
Su fallecimiento no significa que se haya ido. Como él mismo ha dicho, “Nuestra mala comprensión hace que pensemos que la persona que amamos ya no existe tras su muerte. Esto se debe a que estamos apegados a una de sus formas, a una de las muchas manifestaciones de esa persona… La persona que amamos está aún presente. Está a nuestro alrededor, dentro de nosotros y sonriéndonos”.
Nuestro linaje Karma Kagyu tenía un vínculo espiritual muy especial con el Maestro Thich Nhat Hạnh, ya que, gracias a su bondad, nuestras monjas de Dhagpo Kundreul Ling pudieron recibir la ordenación monástica completa de los votos Bhikshuni (Gelongma en tibetano) en Village de Pruniers en 1994.
Dado que la práctica de Vinaya es la base de todo mérito y sabiduría, no hay mayor regalo hecho para el linaje del Dharma de Buda que ese.
En cuanto al mundo, siento que su principal contribución fue, y lo es todavía, la práctica auténtica de la espiritualidad sin separación ni fronteras.
Esta espiritualidad sin fronteras no eran meras palabras, y tampoco significaba mezclar varias religiones y tradiciones espirituales con el fin de perder el carácter único de cada una de ellas.
Más bien, lo que intentó sin causar ninguna aflicción a los demás, fue revelar y reflejar la naturaleza de cada creencia que los demás tenían, para que cada uno se sintiera respetado, comprendido y aceptado en su singularidad y en sus diferencias. Y fue este mismo respeto y esta aceptación, este ‘dejar ser’, lo que permitió a los demás que llegaran a la comprensión de que, a fin de cuentas, somos iguales.De esta manera, las aflicciones se calman y se apaciguan, lo que permite a todos ver la “verdad”, o como llamemos a ésta.
Este tipo de actividad es reconocida por los budistas como el Dharma de Buda.
No hay nada en lo que los Bodhisattvas no se impliquen, nada que no aprendan con el fin de apaciguar las aflicciones de los demás, como las cinco ciencias y cualquier herramienta social, incluso la política.
Esto es lo que hizo el Maestro Thich Nhat Hạnh.
El resto depende de nosotros.Thaye Dorje
Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa