Apagar el móvil durante tres días y medio para reconectarse con uno mismo, con los demás, con la naturaleza y explorar la propia riqueza interior: este ha sido el reto conseguido del curso para adolescentes «Corazón Guerrero», que reunió a diez jóvenes —cinco chicas y cinco chicos— de entre 14 y 17 años, del 27 al 30 de octubre de 2025 en Dhagpo Kagyu Ling. El curso, guiado por Michèle y Christian Ribert, ambos titulados en artes marciales y responsables del Centro Calam , Mathieu Le Moal, responsable nacional de la formación Yang Sheng Wu y por Sylvain Clénet, estudiante e instructor de meditación y filosofía budista en Dhagpo Kagyu Ling, se articuló en torno a actividades destinadas a desarrollar la confianza, crear, relajarse y reconectarse con los demás y con la naturaleza.
Tras el desayuno, un día tipo comenzaba a las nueve de la mañana en el bosque, con una iniciación a la silvicultura para descubrir las distintas especies de árboles y limpiar el bosque. Después, actividades corporales como iniciación a las artes marciales asiáticas de defensa, con el objetivo de afrontar el miedo, desarrollar la confianza en uno mismo y cultivar el gusto por el esfuerzo. Por la tarde, además de un segundo taller de artes marciales, los adolescentes participaron en un taller artístico para experimentar las diferentes etapas de creación de un grafiti. A través de técnicas de caligrafía china y de street art, los jóvenes realizaron creaciones efímeras en plena naturaleza sobre láminas de film transparente tensadas entre dos árboles. Dos veces al día, antes de las comidas, se proponía media hora de meditación con instrucciones muy simples para cultivar la relajación, la atención y la lucidez, conocerse mejor y aprender a gestionar las emociones. Cada noche, los jóvenes y los instructores se reunían para un círculo de palabra y diversas actividades —juegos de mesa, lectura y diálogo—, con toque de queda a las 23:00 h.
Lama Jigme Rimpoché tenía especial interés en proponer un nuevo formato para estos cursos para adolescentes, que él mismo dirigió por primera vez en 1992. Bajo su dirección junto con Christian y Michèle Ribert, discípulos del difunto lama Gendun Rimpoché, ha permitido a los jóvenes adquirir herramientas para un mejor saber-ser, actuar y convivir, al tiempo que fortalece también su vínculo con Dhagpo Kagyu Ling.
Disfruta de este recorrido en imágenes del curso, una iniciativa que esperamos renovar en 2026. No dudes en suscribirte a la newsletter para estar al día de todas las novedades de Dhagpo Kagyu Ling o en contactar a la recepción para más información.
Testimonios de los adolescentes*
A: Este curso me ha ayudado sinceramente a ver lo que me rodea de otra manera; también me ha permitido aprender a hacer pausas y a respirar en los momentos difíciles. Un enorme agradecimiento a los monitores. Su manera de cuidarnos y enseñarnos me ha tocado mucho. Gracias.
A: Este curso me ha dado un verdadero respiro en un inicio de curso difícil para mí. También me ha permitido ver hasta qué punto las pantallas pueden ser nocivas en las relaciones con los demás.
J: Este curso me ha ayudado a darme cuenta de que realmente no necesito mi teléfono para vivir, y a crear lazos con personas con las que probablemente apenas habría hablado en otro contexto. Gracias por todo.
L: Este curso ha logrado despegarme del teléfono. Me ha ayudado a crear lazos con quienes ahora son mis amigos, y por eso estoy muy agradecido. También me ha fortalecido mentalmente (sobre todo con la oración). Gracias, curso .
M: El curso me ha permitido comprender la importancia de vivir de verdad, desconectada del teléfono. También me ha enseñado a parar, a tomarme mi tiempo, a apreciar no hacer nada durante unos minutos. He aprendido nuevas técnicas de artes marciales. Y, por último, me ha permitido conocer a personas inspiradoras, tanto del lado de los monitores como entre los alumnos. Gracias curso por esta semana tan reparadora.
M: Este curso me ha permitido tener otra visión del mundo que me rodea y comprender que la vida no es virtual. Gracias a él, ahora me resulta más fácil expresarme y afirmarme. Muchísimas gracias. ¡Hasta la próxima!
Ö: El curso me ha ayudado a despegarme del teléfono y a darme cuenta de que, sin él, creamos vínculos mucho más fuertes entre nosotros en menos tiempo. También me ha ayudado mucho a nivel mental. Muchas gracias.
R: Este curso me ha ayudado a tomar conciencia de que no necesitamos necesariamente el teléfono para pasarlo bien con los demás, y que hacer actividades en grupo, tranquilas o activas, sin él, es realmente estupendo. ¡Gracias por todo!
S: El curso me ha permitido poder decir que no claramente cuando no quiero hacer algo, aunque sorprenda o no guste a la persona que tengo delante. Gracias por eso. No solía tener la fuerza de expresar lo que quería o no quería (los monitores seguramente se dieron cuenta). ¡Gracias! 😀
S: A mí este curso me ha permitido descubrir nuevas técnicas de arte y defensa, conocer a nuevas personas en un entorno precioso y también desconectarme del teléfono. Muchas gracias por el curso.
