31 de julio de 2015: consagración del Instituto Dhagpo Kagyu Ling

Dos años después de su inauguración por Kunzig Shamar Rimpoché, el Instituto Dhagpo Kagyu Ling fue formalmente consagrado y la estatua del Buda Shakyamuni fue desvelada por Thaye Dorje, Su Santidad el XVII Gyalwa Karmapa, el 31 de julio de 2015, último día de su visita.

Realizado por un maestro espiritual, el ritual de consagración —rabne en tibetano— invita a los budas y bodhisattvas de las diez direcciones a habitar los objetos sagrados y lugares de culto, infundiéndoles la esencia iluminada de su Cuerpo, Palabra y Mente. Este acto establece su presencia para que puedan beneficiar a todos los seres sintientes en su práctica espiritual; también purifica el lugar.

Tras una hora de oraciones en el atrio del Instituto, el Gyalwa Karmapa, portando la cofia amarilla llamada de Gampopa, entró al interior para consagrar el lugar. El velo que cubría el rostro de la estatua fue retirado, revelando su expresión radiante y serena.

Esta estatua del Buda, cuyas manos forman el mudra de la enseñanza, fue rellenada con rollos de mantras y sustancias preciosas colocadas la víspera de la consagración por Chöpönla en el soching, el “árbol de la vida” en su centro. Entre estas sustancias: una reliquia del anterior Buda Kashyapa donada por lama Jigme Rimpoché —quien la había recibido del XVI Karmapa—; una reliquia del Buda Shakyamuni ofrecida por khempo Chodrak Rimpoché; a la altura del corazón, una pequeña estatua que proviene de Tsurpu (Tíbet), ofrecida por Jigme Rimpoché; y, en bolsitas de tela, arroz bendecido por el XVI Karmapa, reliquias corporales del V Shamarpa, del VIII Shamarpa y del XVI Karmapa, píldoras de longevidad de varios Karmapas, píldoras elaboradas con tierra de numerosos lugares sagrados budistas, etc. Así, esta estatua del Buda, convertida en receptáculo del Cuerpo, Palabra y Mente del Buda, se transforma en un poderoso soporte de bendiciones para toda persona que entra en el Instituto.

La estatua, hecha de láminas de cobre recubiertas de oro, es obra de un artista francés, Gérard Guinot, quien también realizó la gran estatua de Dhagpo Kundreul Ling, las estupas del jardín de Sukhavati en Dhagpo Kagyu Ling y las de Karma Migyur Ling, así como numerosas estatuas y estupas en Sharminub (Nepal), Rumtek (India), Estados Unidos, Alemania y España. Para la estatua del Instituto, recibió el encargo de Kunzig Shamar Rimpoché, quien le dio como referencia la reproducción de una estatua de piedra de un período floreciente del arte budista.

Le pedí que me diera consejos, pero me dijo: “¡Tú sabes!” No comprendía bien lo que significaba, pero con el tiempo me di cuenta de que lo más importante es captar profundamente el aspecto meditativo, entenderlo desde dentro. No se puede hacer algo si no se comprende. No se puede transmitir el sentido de algo si no se ha percibido. Es una práctica que realmente nace desde el interior, explica Gérard.

Inspirado por el antiguo Egipto y el arte de las catedrales, Gérard descubrió el budismo en el templo de Dashang Kagyu Ling en Borgoña, donde conoció a Jamgon Kongtrul Rimpoché y Kalu Rimpoché, y se formó con escultores butaneses. ¿La mano del artista representa un puente entre Oriente y Occidente, una expresión de búsqueda espiritual? 

Yo, que comencé en Occidente sin referencias ni transmisión, me vi obligado a cuestionar todo eso. ¿Qué se transmite? No todo está codificado. Uno tiene que tomar decisiones. Para mí, eso me obligó a intentar volver a la fuente, a lo esencial. Por eso las estatuas que hacemos aquí son muy simples, sin muchos detalles.

A diferencia de la estatua de Kundreul Ling, el artista ensambló la estatua del Instituto en su taller de Borgoña, para entregarla en una sola pieza a Dhagpo Kagyu Ling.

Hicieron falta casi quince años para que se reunieran las causas y condiciones necesarias para que el proyecto del Instituto viera la luz. El 15 de agosto de 2002, la losa de lo que se convertiría en el Instituto fue consagrada por el Gyalwa Karmapa, junto al XIV Shamarpa, y se colocó la primera piedra. El proyecto se interrumpió a mitad de camino para ser revisado y adaptarlo mejor al lugar y a las necesidades. Se relanzó en 2010 y fue finalizado sin obstáculos. Inaugurado y ahora consagrado, el edificio del Instituto permite hoy compartir la enseñanza del Buda de forma auténtica, aprender en comunidad y así avanzar juntos hacia el despertar. La sabiduría que emana de la estatua del Buda en el Instituto es una invitación a la contemplación y una fuente de bendiciones para todas las personas que se encuentren en su presencia.

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